La historia de la cámara de fotos se puede decir que comienza entre los siglos XIII y XVII, aunque desde luego el invento no tiene nada que ver con una cámara de fotos moderna. En aquellos tiempos algunos artistas comenzaron a utilizar la cámara oscura, lo que simplemente era una habitación o caja donde los paneles anteriores o posteriores eran móviles a fin de enfocar los objetos y en una de las paredes se había realizado un orificio por donde penetraba la luz.
La imagen se presentaba invertida y el artista dibujaba la proyección. Con el fin de mejorar la definición se fueron sustituyendo el orificio y los paneles móviles por lentes a fin de concentrar y dirigir el haz de luz a la parte posterior y realizar un sencillo enfoque.
La primera cámara de fotos
La primera cámara real de fotos fue construida en 1939 por Joseph Nicéphore Niepce, una caja de madera que usaba placas impregnadas en nitrato de plata. En las mismas fechas Luis Daguerre inventa el daguerrotipo utilizando placas de cobre plateado sensibilizadas con vapor de yodo y William Fox Talbo el calotipo, con el que se forman imágenes negativas sobre un soporte de papel.
La primera placa fotográfica estaba formada por un soporte de vidrio recubierto por una emulsión fotosensible que debía usarse húmeda por lo que las placas debían prepararse justo antes de su utilización. Fueron los hermanos Lumiere los que sustituyeron las placas húmedas por otras que podían utilizarse en seco.
En 1880 George Eastman, revolucionó el mercado gracias a la cámara kodak, la clave del éxito fue la introducción de papel fotográfico que sustituyó a las placas que se habían utilizado hasta el momento. Posteriormente lo cambió por un carrete de celuloide, lo que produjo la revolución de la cámara fotográfica.
La primera cámara compacta moderna es la Leica, inventada en 1913 por Oscar Barnak que adaptó para uso fotográfico el formato de película de 35 mm que se utilizaba en el cine, pudiendo así construir cámara de tamaño reducido.
Los carretes de película perforada en el lateral permitían realizar un mayor número de fotos sin la necesidad de cambiar de placa en cada fotografía. Los negativos de este pequeño formato podían ampliarse para obtener imágenes positivas de mayor tamaño en un local adaptado para el positivado.
El origen de la cámara digital
Pero la gran revolución de las cámaras fotográficas ha venido con las cámaras digitales. La primera cámara completamente digital fue la Cyclpos, en 1975 y debía ser conectada a un ordenador. La primera cámara con almacenamiento interno fue la Fuji DS-1P en 1988 que almacenaba las fotografías en una memoria interna de 16 MB, pero esta cámara jamás salió al mercado.
La primera cámara digital que salió al mercado fue la Dycam Model en 1991 comercializada también con el nombre de Logitech Fotoman, con un sensor CCD que grababa directamente las imágenes y portaba un cable de conexión para la descarga de las imágenes en un ordenador.
La transición a formatos digitales sobrevino por la creación de los primeros estándares JPEG y MPEG en 1988, que permitieron la compresión de los archivos de imagen y vídeo para su almacenamiento. La primera cámara con pantalla de cristal líquido fue la Casio QV-10 que apareció en 1995 mientras que la primera cámara en utilizar tarjetas de memoria compactas fue la en 1996.