El motociclismo, tal y como se conoce en la actualidad, tiene sus orígenes en el año 1885, cuando Gottlieb Daimler, un ingeniero y constructor alemán pionero en la industria automotriz, decidió instalar un motor de combustión en una bicicleta de madera.
Poco después de su aportación y habiéndose hecho conocida la noticia, miles de personas empezaron a sentirse atraídas por su invento, tanto que muchos lugareños empezaron a utilizar la primera motocicleta a modo de deporte para divertirse, creando así un ejercicio competitivo en pleno siglo XX.
En pocos años, la competitividad se fue adueñando de la gente y el profesionalismo empezaba a salir a flote, empezando así a crearse las primeras carreras entre los pueblos y comunidades cercanas.
Sin embargo, aunque la actividad más popular era la de sacarle el máximo potencial a la motocicleta en una pista especialmente creada para la ocasión, también existían otras versiones, donde se premiaba la calidad del pilotaje de cada usuario y su capacidad para sortear distintos obstáculos.
Cada vez existían más pistas, cada una más compleja que la anterior y, con las pequeñas evoluciones en la industria, se podían tener mejores motores, preparados para aportar una mayor potencia, creando así distintas categorías, cada una con una cilindrada distinta y separando cada vehículo dependiendo de si tenía sidecar o no.
Surgió entonces la idea de cronometrar una vuelta a la pista para averiguar qué motor era el más potente y/o qué piloto tenía un mayor manejo, teniendo los conductores que hacer gala de toda su experiencia si querían batir la marca de sus rivales.
El motociclismo y su primera competición oficial
Poco a poco se fue adaptando el motociclismo a la época actual y, prueba de ello es que la primera competición oficial de motos se remonta al año 1896, aunque esta vez no fue en una pista de las tantas que se encontraban por las ciudades. Ocho pilotos decidieron hacer una carrera de ida y vuelta entre París y Nantes, esta distancia equivale a unos 150 kilómetros.
El ganador fue M. Chevalier, quien conducía un triciclo de la compañía Michelín-Dior. De entre todos los participantes, una de las motos más pequeñas poseía una rueda delantera cuyo diámetro medía tan solo 1,9 centímetros. La más larga, que medía 4,57 metros, fue construida por Gregg Reid. Yauyuki Kudo hizo uno de los caballitos más largos, llegando a durar más de 300 kilómetros sin detenerse. Por otro lado, el wheelie más rápido lo realizó Jacky Vranken, a 254 km/h.
Motociclismo en la actualidad
Gracias a los grandes avances que se han ido realizando hasta la fecha actual y, por la idea de Gottlieb Daimler, adía de hoy millones de personas pueden disfrutar del motociclismo como deporte, con algunas variaciones, pero siguiendo la dinámica que existía hace poco más de 100 años.
De hecho, algunas de las motos que aún se venden en la actualidad son modelos mejorados de los que ya existían en esa época, y donde se ponía especial cuidado en la cilindrada, ligereza y la cantidad de kilómetros que podías hacer sobre ellas.