La pizza es uno de los alimentos más populares de todo el mundo, adaptándose a los gustos e ingredientes que podemos encontrar en cada país o región del planeta.
Pero, ¿te has preguntado alguna vez sobre el origen de la pizza y la evolución por la que ha pasado para llegar a ser un plato del que tanto disfrutamos hoy en día? en este artículo te explicaremos su origen y repasaremos la evolución que ha ido teniendo.
El origen de la pizza
Los expertos creen que el origen de la pizza puede comenzar casi en el mismo momento en el que la humanidad comenzó a utilizar el pan. Se sabe que en la antigua Grecia (cuna del pan plano) se servían unos panes llamados plakuntos que se decoraban y acompañaban con ajos, hierbas, especias y cebolla, entre el año 500-521 a.C., época en la que los soldados comían el pan aplanado con queso caliente. De hecho, Virgilio en la Eneida menciona un platillo muy similar.
Tal vez ahora estés confundido, ya que la historia más común que se conoce sobre el origen de la pizza es en Italia, aunque no debemos de olvidar que la gastronomía que conocemos de Roma tenía grandes influencias de Grecia, por lo que sin duda alguna la antigua Grecia es un factor muy importante a tener en cuenta.
Por otro lado, se cree que la pizza como la conocemos hoy en día (o la versión más similar) tuvo su origen en Nápoles, Italia. Este platillo era sumamente conocido entre los napolitanos durante el siglo XVII. De esta esta forma, la pizza nació como un alimento que era preparado por los ciudadanos más pobres de Nápoles, ya que en aquel entonces su composición no tenía tantas variantes como podemos encontrarla hoy en día.
Los platillos con panes de tipo plano, como la pizza, suelen ser muy típicos dentro de la cocina mediterránea. Así que en realidad el hecho de que haya tantas tipologías de pizza ha hecho que el propio término se encuentre bastante diluido en la actualidad.
El origen de la Proto-pizza
Gracias a los libros antiguos sobre los romanos y los griegos podemos tener una muy buena idea de que el uso de panes de tipo plano era algo realmente normal en la zona del Mediterráneo, además de que podemos saber que el pan plano y el queso eran alimentos que ya se consumían antes de que se preparara esta combinación.
Se tiene conocimientos de que los etruscos aliñaban sus panes aplanados utilizando distintos ingredientes, como hierbas aromáticas, pasas, olivas, etc, mientras que en Italia había panes aplanados, como la farinata, la schiacchiata y el panelle. Todos estos pueden tener relación con el origen de la pizza, pero hay uno en específico que los historiadores creen que puede tener una mayor relevancia para poder hablar sobre el origen de la pizza, que después sería conocido como picea.
Asimismo, otro factor importante que también se debe de tener en cuenta es que el tomate llegó a Italia a mediados del siglo XVI en bajeles españoles, siendo llevado de América hacia Europa. En este año fue utilizado como alimento por primera vez en Italia. Pero no fue hasta el siglo XVIII cuando las personas pobres de Nápoles lo empezaron a agregar a un pan plano hecho con levadura, dando así origen a la pizza.
Puede ser que haya sido el antojo de un cocinero, los deseos de innovar o pura casualidad por la que se agregó el tomate encima del pan, convirtiéndose así en la base de la pizza como la conocemos hoy en día.
La pizza consiguió un gran éxito en muy poco tiempo, convirtiéndose en una gran atracción para las personas que visitaban Nápoles, especialmente las partes más pobres de la ciudad.
Antes de que el tomate llegara a Italia, los habitantes de Nápoles preparaban la pizza blanca, que no tenía tomate y que iba acompañada de ajo y aceite.
Hay expertos que creen que se agregó tomate a la pizza para hacer la competencia a quienes vendían pasta, que ya agregaban el tomate en sus recetas.